Noche de Eclipse…

Desde qué tiempos no me agarraba el amanecer despierta no sé, ni siquiera puedo recordarlo.

La verdad es que tenía ganas de ver algunos de esos fenómenos astronómicos que no se dan muy a menudo, pues me había quedado con ganas de ver la lluvia de estrellas o meteoritos que sólo verían los del hemisferio norte y así sucesivamente, cada vez que había algo, no se podía porque o era para determinadas regiones o justo aquí estabamos en tiempos de lluvias, tormentas, alertas de colores, etc.

Pero bueno, como todo, anoche se dió. La noche estuvo espectacular, brisa cálida y el cielo totalmente despejado.

Cuando me dijeron que empezaba como a las 03.30 hs. de Uruguay, como que estuve a punto de desistir, pero después me fui quedando, quedando, con la compu prendida y el tiempo voló.

A las tres preparé el trípode, el tele, la batería y la memoria y salí afuera, no había nadie y los perros me ladraron como locos hasta que se cansaron.

Eran las cuatro de la mañana y todavía no pasaba nada, mientras, probaba las distinas formas de fotografiar la luna y borraba las fotos y así hasta que empezó a notarse que poco a poco, que la luna se iba oscureciendo.

En fin, la luna de las 06.30 estaba rojiza y casi transparente, pero con la cámara que tengo no podía captarla, así que las fotos de la última parte del eclipse brillan por su ausencia. Las primeras no son buenas, pero es lo mejor que pude hacer con el equipo que tengo.

Por mi barrio, se me hace que fui la única demente que deambulaba por el patio tomando fotos, mientras pude ver lo temprano que se levantan nuestros vecinos para ir a sus trabajos.

Casi a las siete de la mañana caí desmayada, satisfecha tal vez no con mis logros, pero si con mis intentos persistentes de obtener los mejores, después de todo para mí no es tan importante llegar a un lugar sino disfrutar del viaje.